Antoni Riera Bonet (Ibiza, 1981), presidente de la FITIE (Federación Insular del Taxi de la Isla de Eivissa y Formentera) desde marzo de 2020, cargo al que accedió desde la presidencia que aún mantienen de la Asociación de Taxistas de Sant Josep . Heredó la licencia de su abuelo en 2006 -«me pasaron la licencia a mí porque era joven», explica- y compatibiliza la actividad con «otras cosas».
No en vano, es licenciado en Ciencias Económicas, además de otros estudios de postgrado. Ha sido profesor de Secundaria y director durante una década de una sucursal de una empresa de seguros.
Dice haber asumido el cargo porque «veía muchas cosas que mejorar». «El taxi siempre ha sido un sector muy atomizado, en el que el titular de la licencia es su propio jefe y que estaba muy centrado en su municipio», explica en esta entrevista.
La entrada de Uber en Ibiza, la tramitación parlamentaria de la futura ley que regulará el servicio de taxi con la consiguiente división con los taxistas de Mallorca son algunos de los frentes que mantiene abiertos.
«Poco a poco ha entrado gente joven que quiere hacer las cosas de otra manera. El objetivo es mantener el servicio público que hemos de prestar, manteniendo la viabilidad de las licencias que son el sustento de muchas familias ibicencas…», nos explica.
-Suena bien, pero me parece complicado…
-Muy complicado y tenemos muchos debates abiertos, tanto internos como externos. Hemos de lograr el equilibrio entre servicio público y rentabilidad de las licencias.
-Es la segunda ocasión que se refiere a la rentabilidad de las licencias. Tengo la impresión de que ese no es el problema del taxi ya que ser titular de una licencia en Ibiza parece ser todavía un negocio rentable.
-Sí, teniendo en cuenta de que en invierno es deficitario. Si trabajáramos todo el año como en julio y agosto, viviríamos muy bien. Tenemos cuatro meses buenos, de junio a septiembre.
-¿Cuánto le queda al propietario de una licencia limpio, una vez descontado su salario?
-Unos 30.000 euros puede ser una cifra referencia, aunque depende de muchos factores.
-Tiene fama de ser un sector de piratas…
-La fama viene de muchos años atrás. Hemos mejorado mucho. En otras épocas, no había control y todo el mundo hacía lo que quería. Éramos muy pocos y había mucho trabajo. Nuestro objetivo es evitar malas prácticas.
-¿Están denunciado las malas prácticas desde el propio sector?
-No nos gusta denunciar a compañeros, pero nuestra obligación es cumplir y hacer cumplir las normas y colaborar con las administraciones que nos piden corregir estas conductas. Soy partidario de trabajar mejor y de erradicar las malas prácticas. No voy por la calle haciendo de policía, pero el sistema de GPS nos permite erradicar conductas que no son positivas. Cuando las detectamos pasamos un informe al ayuntamiento para que actúe. Y cuando un ayuntamiento nos pide información por denuncias de ciudadanos, se la pasamos. Aprovecho para animar a los ciudadanos a que denuncien cualquier práctica que consideren no correcta.
-Entonces, ¿ustedes pueden controlar que nadie descarte una carrera porque no le interesa, que creo que es una de las irregularidades más comunes?
-Un taxista se puede negar a no dejar entrar a una persona en el taxi por determinadas circunstancias, porque está sucio o está borracho, por riesgo de seguridad, no por si es un servicio más o menos rentable. Un taxista está obligado a hacer todos los servicios, como servicio público que somos. El problema es que no hay régimen sancionador en la orden de carga y descarga, algo que llevamos pidiendo desde hace tiempo. Pensamos que se ha de incluir en el área de prestación conjunta que estamos pidiendo y que sería un gran avance.
-Me extraña que no haya sanciones previstas porque sin ellas la norma es una mera declaración de intenciones…
-Es imprescindible porque sin sanciones, la responsabilidad recae en la buena fe del taxista o del trabajador. El 95% trabaja bien, pero siempre hay alguien que no y esos que no actúan bien han de poder ser sancionados.
-He intentado contratar un taxi a través de Uber y sigo sin poder hacerlo. Deduzco que no hay taxistas en la plataforma tal como pidió usted mismo el día que empezó a operar.
-Espero que siga así y que no haya taxistas que hagan caso a los cantos de sirena de Uber. Cada uno puede hacer lo que considere, pero hemos de tener en cuenta que Uber es el enemigo por mucho que quieran presentarse como nuestros colaboradores. Quieren cambiar el sistema y, además, no es rentable trabajar con ellos.
-¿Por qué es el enemigo? ¿Por el 12% de comisión que cobran o por qué hacen la competencia al taxi con VTC?
-Por las VTC. En el momento que equiparan el trabajo de una VTC a un taxi están cambiando el sistema. Nosotros no queremos que las VTC hagan de taxi, ni que los taxis hagan de VTC. Cada uno ha de cumplir con su cometido. Nosotros somos un servicio público y hemos de estar allí donde hay gente esperando un taxi para llevarles a su destino.
-¿Cómo está el mercado en estos momentos? ¿Están prestando servicio ya las 300 VTCs autorizadas en Ibiza?
-Pensamos que no. Muchas tienen fines especulativos o para competir con el taxi a través de estas aplicaciones. No se pidieron por empresarios con ganas de trabajar en el mercado natural de las VTC, ni por necesidad del mercado. La administración tiene que evitar ambas cosas. Y también tendría que poner sobre la mesa el número de taxis y el número de VTCs necesarios realmente con criterios objetivos.
-Por eso piden en el documento presentado al Consell adelantado por La Voz de Ibiza la obligación de operar como máximo a los tres meses de recibir la licencia y que sea necesaria la licencia urbana en la área de prestación conjunta…
-Exactamente. Pensamos que lo más coherente es disponer de una cifra objetiva de licencias y dar un marco jurídico a los empresarios para que podamos trabajar cada uno en el ámbito que nos corresponde y en las condiciones que marca la ley, lo que incluye los 30 minutos de precontratación para las VTC.
-Me da la sensación de que es una batalla perdida seguir luchando para que se cumplan los 30 minutos de precontratación. Hay sentencias que han dicho que es ilegal y, además, Uber está utilizando una treta para saltársela aunque el Consell ha empezado a interponer sanciones.
-Ahora es obligatoria la precontratación y las administraciones deben trabajar para que se cumpla mientras los tribunales no digan lo contrario. No hay que dar nada por supuesto. Una precontratación de tres horas quizá sea exagerada, pero 30 minutos nos parece razonable para regular cada mercado. No pasa nada por esperar media hora y es lo que diferencia un servicio inmediato de taxi de otros servicios.
-En Ibiza, el servicio de taxi no es tan inmediato…
-Intentamos prestar el servicio lo mejor posible, pero a veces hay horas punta.
-Vayamos a la tramitación parlamentaria de la ley del taxi. ¿Qué opina de las enmiendas acordadas por PP y Vox y que contempla una moratoria de seis meses en la concesión de nuevas licencias?
-Todo es mejorable, pero para Ibiza las enmiendas mejoran el texto inicial del PSOE. El texto del PSOE era mejor que el borrador del Govern, y las enmiendas de PP-Vox mejoran la propuesta del PSOE. Esperamos que en el trámite de enmiendas aún mejore más.
-¿Qué echa en falta?
-No vemos claro que las licencias de VTC deban operar exclusivamente en la isla en la que fue concedida. La ley dice que son licencias autonómicas. En Mallorca tienen miedo de que las de aquí trabajen allí y a nosotros, al revés. Nos parece poco seis meses de moratoria y nos gustaba más una moratoria de un año. Son detalles.
-Este punto está generando división entre los taxistas de Ibiza y los de Mallorca.
-Es normal. En general tenemos intereses comunes, pero también hay diferencias porque trabajamos de forma diferente.
-Uno de los puntos recogidos en las enmiendas es la forma en la que se ha de regular el área de prestación conjunta y esta es una de sus reivindicaciones para poder dificultar la implantación de Uber. Sin embargo, la propuesta no ha sido acogida con entusiasmo por parte de los ayuntamientos y el Consell de Ibiza…
-Pensamos que es imprescindible. No solo la pedimos para regular el mercado de las VTC. Necesitamos un marco legal y mejorar la orden de carga y dotarla de régimen sancionador. Debe especificar mejor algunos aspectos. Es la evolución natural y la manera de mejorar el servicio.
-La pelota está en el tejado de los ayuntamientos, ya que el Consell ha dicho que se trata de una competencia municipal y hará lo que digan los ayuntamientos…
-Nos da la impresión de que el problema puede estar en los ingresos de las licencias. La impresión que tengo es que si los ayuntamientos tienen garantías de seguir manteniendo los ingresos, no han de poner pegas porque supone una mejora para el servicio público y eso es positivo para todos. Es lo que pienso.
-Es evidente que perderán la capacidad de conceder nuevas licencias de taxi y, por lo tanto, pierden una herramienta de la que ahora disponen.
-Un ayuntamiento podrá dar nuevas licencias si lo decide el área de prestación conjunta.
-Me está dando la razón. Ahora no necesitan ningún estudio de nadie para dar nuevas licencias.
-Pero lo que no podemos permitir es que concedan nuevas licencias de taxi para cuadrar los presupuestos. El motivo ha de ser que realmente hacen falta para cubrir la demanda del servicio y hoy en día nadie ha sido capaz de decidir cuál es la necesidad real de licencias.
-A la vista de las colas que hay en verano, parece que licencias de taxi siguen faltando. De hecho, los concursos no quedan desiertos, así que siguen generando interés.
-Eso es relativo. La movilidad de la isla no ha de depender de que haya 10.000 taxis. ¿Todo el mundo se ha de mover en taxi? Pienso que hace falta una política de movilidad integral, que incluya el taxi, las VTC, el autobús y el alquiler de coches y otras modalidades de movilidad como una bicicleta de alquiler… Es imprescindible este plan común y mejorar el servicio de transporte público. Muchas veces nos paran al pasar delante de una parada porque no han podido subirse al autobús porque van llenos. Al final el taxi está cubriendo la carencia del autobús y el servicio natural de un taxi se resiente. No tiene sentido que la responsabilidad de atender la demanda de movilidad de un crucero con 5.000 personas sea exclusivamente del taxi. Ha de haber una línea que una el muelle con la ciudad.
-Hay un barco…
-¡Ahora! Ante no lo había. Nosotros queremos trabajar cuanto más mejor, pero no queremos ser los responsables en exclusiva de resolver las necesidades de movilidad de la isla porque esto es imposible y cada uno tiene su mercado y su público.
-De momento, se han publicado las bases del nuevo concurso de autobús…
-Una mejora de todas las líneas de autobús y de cuatro conexiones concretas quizá nos llevaría a decir que en lugar de faltar taxis, sobran.
-Taxis no sobran y es un contrasentido pensar que el turista de mayor poder adquisitivo que se aloja en una planta hotelera de más calidad, y que seguirá creciendo, ya que hay numerosos incrementos de categoría proyectados y en ejecución, se desplazará en autobús…
-Cierto, no creo que esto pueda pasar a corto plazo. Sería lo deseable, en cualquier caso. En las grandes ciudades pasan autobuses cada cinco minutos. Quizá debería pasar en Ibiza en verano también.
-Quizá se esté tirando piedras contra su tejado pidiendo tanto transporte público…
-Yo hablo de mejorar el servicio público. Cuando se puso en marcha la línea de Discobus, los taxistas se opusieron. Ahora convivimos y quizá debería haber más frecuencias. Cada uno ha de tener su trabajo y hemos de convivir. Nos hemos de complementar.
-¿Supone mucho negocio para el taxi el sector el ocio?
-El año que no hubo ocio, pero sí turismo, también vivimos, pero trabajamos mucho menos, ganamos mucho menos dinero y dimos mucho menos empleo… El ocio es muy importante para nosotros.
-¿Hay problemas de seguridad? ¿Dejan de cobrar muchas carreras?
-Alguna siempre hay. Aprovecho para reivindicarnos como servicio público que no para durante el covid y que siempre está disponible. Y nos enfrentamos a situaciones desagradables por la noche. No es que sean delincuentes, como al pobre compañero al que envío todo el ánimo… No es habitual, pero no te encontrarás a ningún taxista que te diga que no le ha pasado que haya dejado de cobrar alguna carrera. Nos pasa una o dos veces al año cada verano a cada uno de nosotros.