Ni la sentencia del Tribunal Constitucional que elimina la obligación de media hora de precontratación incumplida sistemáticamente por Uber. Ni el fin de las hostilidades que protagonizaron el principio de la temporada en Ibiza. Ni el frente común ante el intrusismo propuesto en un acercamiento frustrado emprendido por parte del principal proveedor de coches y chóferes de Uber en Ibiza. Nada ha funcionado y la guerra entre Uber y el taxi de Ibiza se mantiene.
El primer paso para propiciar el fin de las hostilidades lo ha dado el operador principal de Uber en Ibiza. Con el pretexto de articular un frente común en la lucha contra el intrusismo de los piratas del taxi y las VTC, desde esta empresa se han puesto en contacto con directivos de algunas asociaciones del taxi para firmar la paz.
El acercamiento se ha producido en el marco de las noticias publicadas por La Voz de Ibiza acerca de las operaciones irregulares de Asunción Susi Pereyra gracias al trato de favor que estaría recibiendo de los servicios de inspección de Transportes del Consell de Ibiza.
La investigación publicada por La Voz de Ibiza desvela que varios de sus vehículos operan como taxis piratas, reciben trato de favor en los controles y hasta han sido beneficiados por una bula en los controles antiintrusismo.
Además, agrava la situación la implicación de su marido en su doble condición de chófer pirata y agente de la Policía Local de Sant Josep.
Oposición frontal a Uber
A pesar de que existen algunos acercamientos entre Uber y el sector del taxi, lo cierto es que todavía hay una gran resistencia por parte de taxistas para aceptar la convivencia con la aplicación.
En este contexto, Lolo Ruíz, de Elite Corsaris, ha indicado a La Voz de Ibiza que «con las VTC tradicionales venimos trabajando en conjunto hace mucho tiempo, tenemos trabajos que se complementan. Sin embargo, con Uber muchos no estamos dispuestos a trabajar, porque son una competencia directa y desleal«.
Además, ha agregado que le da «risa» que aquellos que trabajan con la aplicación quieran luchar contra el intrusismo, ya que aseguran que ellos fueron los «primeros en trabajar ilegalmente».
En la misma línea se han expresado otros profesionales consultados por este medio quienes han expresado su desconfianza hacia el movimiento del gigante. A Uber, ni agua, han venido ha decir de forma coral.
El entonces presidente de la Federación Insular del Taxi de la isla de Ibiza (FITIE), Toni Riera Bonet, llegó a asegurar que «Uber es nuestro enemigo por mucho que se presenten como nuestros colaboradores».
Desde el colectivo habían pedido un boicot total a la aplicación. De hecho, los movimientos a favor de la creación de una área de prestación conjunta estaba motivados para frenar la implantación de Uber, algo que el propio Govern se encargó de desmontar.
¿De qué va el acercamiento?
La realidad es que el acercamiento se ha producido y el principio del diálogo entre las partes, también. Se trata de un diálogo informal para tratar de coordinar esfuerzos y frenar el intrusismo en el sector.
Aunque no se trata de una propuesta oficial, las conversaciones entre los conductores han puesto sobre la mesa varias ideas para mejorar la regulación y evitar que los taxis piratas sigan operando de manera impune.
Entre las propuestas que han surgido, desde el sector de Uber destacaron que «se ha hablado sobre necesidad de mejorar la señalización en puntos clave de la isla, como el aeropuerto de Ibiza, donde los taxis piratas suelen captar clientes aprovechando la falta de indicaciones claras».
Los conductores proponen establecer zonas diferenciadas para la recogida de pasajeros por parte de taxis y VTC en zonas de alta afluencia de turistas, como las playas y zonas comerciales, lo que ayudaría a evitar la confusión y la conflictividad. Y es que Uber no puede utilizar las paradas de taxi para cargar y descargar, zonas que en ocasiones son demandadas por los propios clientes.
Otra consecuencia de esta propuesta es desalentar a los taxis piratas, que suelen actuar en estas áreas de gran afluencia, ya que permitiría identificar más fácilmente las operaciones que no se realizan en estas zonas.
Un frente común contra el intrusismo
Las conversaciones ya han comenzado para organizar una reunión entre todas las partes una vez finalice la temporada alta de turismo.
El objetivo del operador de Uber que ha propiciado el movimiento es presentar una propuesta conjunta al Consell de Ibiza, que permita una regulación más efectiva y una coordinación adecuada entre los distintos servicios de transporte.
VTC tradicionales
Los taxistas también han destacado que siempre han mantenido un diálogo abierto con las VTC tradicionales y que, de hecho, existe una comisión dentro del Consell que se encarga de gestionar las relaciones entre ambos sectores.
«El Consell creó, en su momento, una comisión antiintrusismo para tratar el tema de los piratas y de las VTC deslocalizadas que no podían operar aquí. Allí estábamos representados ambos sectores y nos reuníamos para buscar soluciones, por lo que el diálogo con las tradicionales ya existe y es constante«, afirmaron desde el sector del taxi.

Más control y sanciones más severas
Por otro lado, si bien el Consell de Ibiza ha informado que está implementado medidas adicionales para frenar la actividad ilegal de los taxis piratas, los representantes del sector consideran que las medidas aún no son suficientes, por lo que una de las demandas más fuertes es el incremento de las inspecciones por parte de las autoridades locales, no solo en el aeropuerto, sino en toda la isla.
Además, los conductores han propuesto que las sanciones para aquellos que operen sin licencia sean más severas. Aseguran que, en la actualidad, las multas no son lo suficientemente disuasorias, lo que permite que muchos taxis piratas continúen operando a pesar de haber sido sancionados en repetidas ocasiones.
La propuesta sugiere aumentar las multas y aplicar medidas más estrictas para aquellos que reincidan en esta actividad ilegal.
Asimismo, el Govern balear ha anunciado que se tomarán medidas para mejorar la convivencia entre los diferentes actores del sector del transporte, con el fin de garantizar un equilibrio justo entre taxis y VTC.
La guerra entre Uber y taxis
Desde la llegada de Uber a Ibiza, ha habido una guerra entre el sector del Taxi y los conductores de la aplicación, ya que los taxistas se negaban rotundamente a aceptar que surja un competidor en el transporte de personas.
En la previa a la temporada de verano, la guerra entre Uber y el sector del taxi estaba en plena efervescencia, con acusaciones cruzadas y tensiones a flor de piel. A menudo, sectores del taxi, como Elite Corsaris, han publicado distintos vídeos en las redes sociales en donde se reflejaba el descontento con los trabajadores de la aplicación.
La tensión llegó hasta el punto que el Ayuntamiento de Ibiza convocó a una reunión urgente entre ambos sectores para intentar llegar a un acuerdo, algo que no dio mucho resultado, ya que los taxistas siguieron reclamando de que Uber no cumplía con el requisito de la pre contratación de los 30 minutos que había impuesto Uber, además de otras irregularidades.